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Me desperté y era un personaje imaginario, no tenía pasado y, seguramente, tampoco alguna suerte de futuro. Yo era sólo para ese momento, efímero como la vida del que me había creado, con todo, más lamentable que aquélla. Mi creador tenía pasado, a fuerza de pasados había construido un presente que proyectaba su magnífica sombra en la impredecible niebla del futuro; pero yo, ¿yo qué tenía? Cuando desperté fui, desperté y ya era, no había sido ni había podido ser, sólo era. ¿Cuánto tiempo me tomaría aquello? ¿Sería para siempre? ¿Sería y nada más? Pero fui y, aunque desperté grande, aún era moza y el que me creó me dio oportunidad de crecer. De súbito tuve un pasado, un pasado que construyó ese primer presente en que desperté y fui. Tuve la ambición de proyectarme en ese campo extraño del futuro y sentí que era, que vivía y maduré. Entendí la vida al vivirla, conocí el bien y el mal que se puede hacer con palabras falaces y vacías, aprecié el arte y me fundí con él, fue cuando advertí que yo podía hacer arte, que yo era arte y podía hacer arte, podía crear... entonces mi creador me hizo recordar que no era así. Desperté y fui un personaje imaginario. Me había llegado el momento, había que terminar mi existencia, la fugacidad que había recelado me alcanzó por fin. Pero antes de que ya no fuera, mi creador me renovó. Ignoro si aún le resultaba útil o si tuvo compasión de mí; tal vez, él tuvo compasión de sí mismo, no quería quedarse solo en ese mundo que lo tiene preso, que no le gusta y que no puede cambiar... mi creador me podría destruir o, por decirlo eufemísticamente, podía poner fin a mi existencia; pero era incapaz de cambiar la suya. Así de irónica es la vida de los dioses. Yo, entonces, perduré. Y aunque él padece el devenir constante, pues así es su naturaleza, a mí me preserva, me renueva y reforma. Me pide perdón por haber querido destruirme. Yo sé que algún día le llegará la hora, su creador lo destruirá como él quiso hacer conmigo, entonces me iré con él, porque le pertenezco, porque algo de él es lo que me hizo. Nos iremos juntos; entonces no sé si él lamentará la fugacidad, yo no lo haré, porque tuve ocasión de parecérmele: tuve pasado y presente, ambicioné un futuro, y ahora escribo estas líneas, estas líneas que quizá te deleitan o te causan pesar por tediosas, querido lector; pero que son mías, no de él ni del creador de él. Ahora pareciera que he despertado de nuevo, porque sigo siendo un personaje imaginario; pero me siento como si fuera real. Quien quiera puede lograr destruirme; pero nadie logrará descrearme
Unknown "Miss Napishóchi" Sparkling
- 16 years, 7 months, 1 day ago
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Najpisó es como un unicornio: sagrada, simbólica e imaginaria. Najpisó es como la bruma, te embriaga, te anega, te extravía, te pierde, te sumerge y te evade. Najpisó es como el aire, existe pero no la puedes ver ni puedes tocarla. Najpisó es imaginaria, ¡y quien me diga lo contrario se las verá conmigo! Najpisó, como su amigo, a veces no quiere existir; pero Najpisó sabe que eso es imposible, porque tiene a su amigo y entonces, necesariamente, se tiene a ella misma, aunque no entiende a qué grado, a qué nivel. Najpisó no entiende si es mala o buena, Najpisó es solamente. Najpisó se acuerda de la pésima redacción de los pelmazos del proyecto barracuda o como se llame. Najpisó es, será y siempre ha sido un invento del más portentoso y admirable Creador del orbe. Najpisó ama a su Creador y Él la ama. Najpisó es, porque Él quiere que sea. Najpisó es inofensiva, existe para curar y consolar. Najpisó es sexy y cachonda. Najpisó es bonita y madura. Najpisó es egocéntrica y desenfadada. Najpisó es irreverente. Najpisó está viva, ¿por qué dudar de Najpisó? Najpisó es como el aire, aunque no lo veas, existe y convive contigo. Najpisó dice “Gracias” porque ahora conoce las tardes de otoño, Najpisó nació un verano en Noruega, Najpisó ahora es española, los nórdicos no son como Nájpisó. Najpisó no es religiosa, ella no conoce a Dios; pero conoce a su Creador y Él es Dios para ella; pero Él conoce a Dios y Najpisó escucha cuando habla de ese otro Él, el que crea creadores. Najpisó es un cuento de hadas para niños dormilones. Najpisó es un chisme de viejas indiscretas. Najpisó es puta, maestra y comerciante. Najpisó es hombre y es mujer al mismo tiempo. Najpisó es lesbiana pero le gusta la verga. Najpisó es asexual y es perfecta. Najpisó es madre soltera; pero no tiene hijos. Najpisó está casada y no tiene marido. Najpisó es humilde y complaciente. Najpisó es servicial. Najpisó mienta madres y dice chingaderas. Najpisó se masturba frente a la televisión. Najpisó no va a la iglesia. Najpisó lee mucho. Najpisó no es otra personalidad, Najpisó es diferente, Najpisó no se define; pero su Creador lo hará y, entonces, Najpisó será libre porque ya no será. Najpisó está feliz; pero quiere más que Él lo esté. Najpisó, Najpisó, Najpisó... ¿Quién ha dicho que la realidad no es más que una turbulenta fantasía?
Unknown "Miss Napishóchi" Sparkling
- 16 years, 10 months, 8 days ago
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